1. ¿Explicas a tus hijos las razones detrás de las reglas y expectativas?
2. ¿Ignoras las opiniones de tus hijos antes de tomar decisiones que les afectan?
3. ¿Proporcionas apoyo y orientación cuando tus hijos enfrentan dificultades?
4. ¿Estableces normas claras y consistentes, pero también muestras flexibilidad cuando es necesario?
5. ¿Raramente utilizas el refuerzo positivo para fomentar buenos comportamientos en tus hijos?
6. ¿Permites que tus hijos expresen sus emociones y pensamientos libremente, incluso si son negativos?
7. ¿Promueves la independencia y la toma de decisiones en tus hijos, dentro de límites apropiados?
8. ¿Discutes con tus hijos las consecuencias de sus acciones, tanto positivas como negativas?
9. ¿Mantienes un equilibrio entre ser firme en las reglas y mostrar calidez y afecto hacia tus hijos?
10. ¿Te esfuerzas por comprender las perspectivas y sentimientos de tus hijos, incluso en situaciones conflictivas?